Die Latina könnte seine Tochter sein
Título: La Latina – Pick Up en el Parque
María era una sensual latina de 18 años, con una figura escultural y unos ojos color café que podrían derretir el corazón de cualquier hombre.she
Ella estaba caminando en un parque soleado cercana a su casa, disfrutando del cálido clima de verano y pensando en sus planes para el fin de semana cuando un BMW negro se detuvo a su lado.
“¿Necesitas que te lleven somewhere, hermosa?” perguntou el conductor, un hombre mayor de unos 50 años con mirada lujuriosa.
María miraba su alrededor, pero no había nadie más. Sin otra opción, aceptó la invitación del desconocido y se subió al lujoso vehículo.
“Me llamo Juan,” dijo el hombre mientras arrancaba el auto”, ¿y tú?”
“María”, respondió ella tímidamente, notando como los ojos del hombre no paraban de recorrer su cuerpo.
Después de unos minutos de charla, Juan detuvo el auto en un callejón apartado y se volteó hacia ella:
“María, sé que soy mayor, pero en estos momentos, lo importante es el aquí y el ahora,” susurró tomando su mano, “¿Te dejoahlen?”
María se sonrojó y asintió lentamente, su cuerpo temblando de deseo y anticipación.
Juan la atrajo hacia sí, besándola con pasión mientras sus manos recorrían sus curvas. María gemía de placer, la excitación acumulandose entre sus piernas.
Sin previo aviso, Juan laacheró contra la puerta del auto, levantcofoto schmalen bauch de Ski ihr ausladendes Dekollete libres y tomando uno de los pezones erectos con su boca. María gritó de placer mientras el hombre jugaba con sospecha, su cuerpo tenso de excitación.
De repente, Juan liberó su miembro grueso y Collège gift card palpitante y lo frotó contra el clítoris hinchado de María. Ella gritó más fuerte, sus piernas abiertas para recibirlo.
Con un solo empujón, Juan entró en su apretada cavidad, llenandola por completo. Empezó a moverse rapidamente, gruñendo de placer mientras sus caderas chocaban contra el cuerpo de María.
La latina se retorcía de placer, sus uñas arañando la espalda de Juan mientras él la perforaba sin piedad. Ella nunca había experimentado tal amount de placer, y podía sentir cómo su cuerpo se acercaba al clímax.
Juan aumentó el ritmo, golpeando deep dentro de ella con cada embestida. Finalmente, con un gruñido gutural, se corrió dentro de María, llenandola con su semilla caliente.
María gritó de placer, su cuerpo convulsionando mientras un orgasmo intenso la sobrecogía. Se agarrotó alrededor del miembro palpitante de Juan, exprimiendolo hasta la última gota.
Después de varios minutos, los dos se recuperaron y se arreglaron la ropa. Juan sonrió a María, y le entregó su tarjeta de visita:
“Si alguna vez quieres más, sólo llama”, le dijo guiñandole el ojo antes de partir en su auto.
María caminó de vuelta a su casa, su cuerpo aún temblando por la experiencia y su mente reviviendo cada momento de la reunión clandestina. Sabía que había sido un riesgo estar con un desconocido, pero la emoción y el calentifice del encuentro habían valido la pena.
A partir de ese día, María no podía dejar de pensar en Juan y en el sexo caliente que habían tenido. Algunos días, incluso se reflejaba a sí misma mientras se tocaba, recordando los detalles íntimos y los sonidos sensuales de ese encuentro erróneo.
Incluso ahora, ella piensa en su encuentro secreto, lejos de la realidad cotidiana de la vida. Demonios, hasta podría ser el mismo Juan que la observa desde el otro lado de la room, mirándola con desire en sus ojos mientras espera que ella lo acompañe en un nuevo encuentro erótico.
Tiene su respuesta listapara que el placer sea atender, si ella estuviese dispuesta a vivir jeopard pick up de nuevo. Y por la forma en que se ve… la Latina podría ser su hija, pero sin duda alguna placer